Fue
realmente doloroso, angustiante y casi hasta un punto intolerable en todo
sentido realizar la práctica de los cinco escalones de la técnica maithuna que
mi Monje Guerrero me está enseñando. Toda mi cultura, mis creencias religiosas,
morales, sociales etc.etc, etc. se pusieron a prueba y hasta lucharon contra
ideas realmente fantásticas y fabulosas de un nuevo orden físico, mental y espiritual.
Tuve la experiencia de sentir caer barreras arraigadas en mí que lucharon hasta
el fin por seguir controlando mi mente y justificando sufrimientos, dolores y
hasta la posibilidad de abandonar todo por no producir cambios en mí. Solo yo
se lo que pase y estoy pasando con la práctica INDIVIDUAL Y SOLITARIO de esta
nueva forma de enseñanza y aprendizaje; pero saben que, ¡vale la pena
carajoooooo! ¡Vale! como dicen mis
amigos gallegos de mi pueblo. No les digo que tengo totalmente incorporada la
práctica porque todavía estoy sufriendo con mi lucha interna entre lo que no
quiere cambiar o modificarse y las nuevas ideas que pujan por el crecimiento pero
les aseguro que poder entusiasmarse en el fragor de esa lucha para lograr
crecer y superar obstáculos, mentales en este caso, me da una visión realmente
más humana y más comprensible del Diseño Divino que hay en mi, y en ustedes, y
que podemos lograr FUNDAMENTALMENTE hacernos ricos en todas las dimensiones
posibles para lograr nuestras conquistas. ¿Están de acuerdo? ¿Han experimentado
la técnica hasta ahora para saber expresar un pensamiento que los marque como
que están creciendo? 22.05.2012. Bitácora de Campaña.-
Anoche dentro de mi carpa fue un hervidero de
energías. Para poder INICIAR las
prácticas del maithuna tuve que apelar a
todos los conocimientos adquiridos con mi Monje Maestro, más de una vez me
sentía tocándome el circulo blanco que tengo impreso en mi pecho a la altura
del corazón buscando las ayudas en esos conocimientos para lograr hacer lo que
tenía que hacer, y me ayudaron, sirvieron. Todo lo que aprendí y lo que estaba
aprendiendo se juntaron en un mar de energías
dispuestas a formarme y templarme en el calor de sus fuegos. Fue una noche muy intensa.
Tal vez eso fue lo que me hizo levantar mucho más temprano, hacer todos mis
ejercicios, mi meditación, vestirme con mi hábito ninja y ESPERAR a mi Monje
Guerrero para la enseñanza mucho antes que él se hiciera presente. ¡Muy buen
día Monje Guerrero! ¡Muy buen día Caminante! me respondió con una sonriente
mirada y también sorprendido por el adelanto de mi parte a esperarlo a él. ¡Veo
que estás con ganas de aprender rápido lo que queda de la técnica! ¡Si Monje
Guerrero! En realidad no se si era por eso; pero era evidente que había en mi
una ansiedad muy especial como si estuviera esperando algo especial. Mi Voz
Interior algo me decía; me lo dijo anoche. “Caminante mañana será un día muy
especial para vos disfrútalo al máximo”. Estaba ansioso y mi Monje Guerrero se dio
cuenta. ¿Empezamos con la parte final de la técnica Caminante? ¿Parte final? Me pregunte. No me dio tiempo a sufrir con las
otras preguntas que se agolparon en mi mente.-
¡Caminante,
el sexto escalón de la técnica maithuna
es la Caricia! El cuerpo humano tiene
muchas regiones, partes, o centros, no importa su denominación que son más
sensibles a los diferentes toques, presión o caricias. Debes conocer como
reaccionan primero en tu propio cuerpo para luego conocer las reacciones en los
cuerpos de los demás para lograr así un control
sobre el estado emocional tuyo o
de la persona con la que estás vinculado. Una forma de respirar profunda, un
gemido, una sonrisa, un movimiento corporal específico puede indicarte el
acierto o el error en la aplicación de la caricia. Todo ser humano NECESITA que
se lo acaricien, y eso lo comparte con muchas especies animales, y aunque no se den cuenta o no te des cuenta,
siempre se está pidiendo una caricia para sentir que todavía están vivos y que
su capacidad emocional no se ha perdido. La cuestión viene en que todos ELEGIMOS o ACEPTAMOS a determinadas
personas para acariciar o dejarnos acariciar. Por eso Caminante debes prestar
mucha atención para adquirir la capacidad de determinar que sos vos el elegido o el aceptado para que esas caricias
sean dadas y den sus frutos, tus frutos. No es lo mismo la caricia dada a una
mascota, que a una planta, que a un padre a una madre, a una amante mujer, a un
amante hombre que el dado a un ENEMIGO. ¿Qué Monje Guerrero? ¿Acariciar a un
enemigo? ¡Si Caminante, es difícil, pero no imposible, pero solamente la persona que va a realizar
la caricia debe determinar cuándo, cómo y dónde va acariciar. Aquí no hay reglas. Es una
decisión personal. ¡De acaaaaaa! Le dije mentalmente a mi Monje Guerrero.
Espero no me haya leído el pensamiento pero es evidente que todavía me falta muchísimo
para llegar a ciertos niveles. Jesús ya
lo había dicho hace tres mil años “Amen a sus enemigos” ¿Y? ¡Caminante el séptimo escalón de la técnica
maithuna es la Penetración! ¿Penetración
maestro? me salió del alma. No tanto preocupado por lo que podía
enseñarme y aprender sino que –lo –que –me
–pre-o-cu-pa-ba- e-ra –la PRACTICA. ¡Si Caminante la Penetración! Me lo dijo
con emoción neutra y en su mirada no reflejaba nada que me inspirara algún tipo
de actitud especial, entonces, me dije, vamos a la penetración. ¡Caminante la
penetración es el punto máximo de la utilización de la técnica maithuna! Más me
enseñaba más aumentaba mi angustia y mi duda mental ¿y mi práctica? Me paró en
seco, oí el rugir de su voz... ¡Caminanteeeeeee! ¡Estas para aprender
cuestiones muy importantes y decisivas en
tu vida y en la de cualquier humano entonces poné toda tu atención a mi
enseñanza y toda tu angustia te la tragas o la transformas en entusiasmo! ¿nos
entendemos Caminante? Moví la cabeza en forma afirmativa, no podía contestarle
pero me centró nuevamente en su atención. Aquí, en la penetración, se unen, se
funden el encuentro sexual con el encuentro genital. Es aquí donde todos los
escalones se fusionan en la búsqueda del máximo placer que los cuerpos pueden dar acompañados
por los instrumentos más profundos de sus respectivas mentes. No es simplemente
entrar en el cuerpo del otro buscando una descarga, eso va a ocurrir no debe
ser la finalidad, sino que es buscar en la penetración del otro
y en el penetrarse por el otro la máxima felicidad humana que pueda lograr
rompiendo todas las barreras y tabúes que todavía estén en sus estructuras
mentales y que repercuten frenando al cuerpo y anulándolo en su máxima demostración
.El secreto de lo anterior esta en contener el orgasmo. Es ir, ambos, despacio,
con calma, aumentando el tiempo gradualmente, manteniendo la tensión buscando
la felicidad rompiendo barreras, no numéricas sino energéticas, fruto de concesiones dadas a muchos NO. Cuando
superas la búsqueda de la descarga Caminante la vida surge y se manifiesta de
una forma extraordinaria, empiezas a VER en el entorno de ambos percepciones
visuales realmente hermosas, imágenes de mucha luz y formas agradables nunca experimentadas. Es el resultado de la
interacción de las energías de ambos con la más poderosa energía del Universo,
el Amor. ¡Bueno Caminante hasta aquí llegamos con tu enseñanza de la técnica
maithuna ahora DEBES practicar toda la técnica para EMPEZAR a adentrarte en los
misterios de su utilización! Lo mire fijamente y le dije: Querido Monje Guerrero usted sabe que lo aprecio mucho y que jamás consideraría ofenderlo por ningún
motivo; pero la técnica mahituna , ahora aprendida en su totalidad, me exige
algo que no puedo hacer. Que no estoy en condiciones de hacer mi querido
maestro. Yo estoy solo, no está mi compañera conmigo a la que amo profundamente. Solo no
puedo tener el dominio total de la técnica y pensar en una práctica con Usted mi querido Monje Guerrero no está en mi naturaleza. Yo acepto que el
amor se manifieste de todas las formas posibles y con los objetos de amor que
cada uno considere; pero mi querido maestro yo ya tengo mi lugar en el amor y
la persona con la que envejeceré disfrutando
del mismo. Para que le dije esto. Mi Monje Guerrero soltó una carcajada como
nunca lo había visto. No podía estar de pie, se doblaba sobre su vientre, era
tan grande el ataque que me pareció que se moría. ¡Caminan…….! ¡Caminanteeee! No
podía ni hablar hasta que hizo un esfuerzo sobrehumano, respiro profundamente y
me dijo... ¡Caminante, esta conversación no da para más. Ve a tu carpa, confía
en mí, confía en tu maestro anterior, confía en la Inteligencia que te trajo a
esta preciosa aventura de vida y por sobre todo confía en la Gran Energía del
Amor. Ve y acuérdate de lo que te dijeron “Caminante, mañana será un día muy
especial para vos. Disfrútalo al máximo”! Me di vuelta y me dirigí a mi carpa.
Una tenue luz roja titilaba dentro de ella y coloreaba su lona de un suave color rojo su interior.
Yo me acercaba lentamente, con una gran lucha dentro mío, con angustia, con
miedo intente correr la lona de entrada, no podía hacerlo, no DEBIA hacerlo
desde lo más profundo de mi amor; pero mi voz interior me grito sobrepasando
todo este estado de animo ¡HACELOOOOO CAMINANTE! ¡HACELOOOOOO!. Fue más que una
orden. Levante la lona y vi en la hermosa alcoba que era ahora mi
carpa a una mujer de rodillas, con su cuerpo desnudo y bronceada con la tenue
luz roja que salía de mi candil. Cuando
entre la volví a ver bien. Estaba de rodillas inclinada hacia adelante como una
reverencia. Yo quería irme pero en ese momento la veo que empieza a levantar su torso
lentamente hasta erguirse totalmente pero aun de rodillas. No pude contener mi
llanto. Me acerque y la bese con toda la dulzura y el amor contenido en mi
cuerpo, en mi mente y en mi espíritu. Era mi esposa.-
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