Hace
casi un mes que no veo a mi Monje Espiritual. No se nada de él y no se cómo
sigue todo esto porque me parece que algo está fallando porque no puede
demorarse tanto o, como dicen los chicos en mi pueblo, borrarse de mi
entrenamiento. Hoy es un día muy caluroso. El Sol está que parte la tierra por
eso me quede dentro de mi carpa porque como tiene un par de ventanitas hechas por mí
el aire circula y mantiene fresco el interior de la misma. Por primera vez
después de tanto tiempo que salí de mi pueblo para hacer este camino buscando
algo que poco a poco se fue manifestando estoy leyendo mi Biblia. En realidad
no es una Biblia sino que es un ejemplar del Nuevo Testamento que además tiene
el Libro de Salmos y Proverbios. Tiene un enorme valor espiritual para mí porque
es un regalo que me hiciera mi hermano, que habita en las dimensiones
espirituales, y que me obsequiara cuando realizábamos juntos nuestros
respectivos pasos por esta vida. Mi hermano era una persona muy especial, de
una gran espiritualidad y de un gran amor por la vida en todas sus formas. Tal
vez sabiendo que su vida terrena llegaría muy pronto a su fin un día me llamo y
me dice: “hermano yo sé que dentro de muy poco tiempo, no se cuánto, vos y yo
nos vamos a separar de este andar juntos. Vos tendrás que salir a buscar un
destino que te llama y te espera y yo tendré que pasar por una puerta muy
especial que me llevara a otra dimensión desde la cuál siempre me tendrás
ayudándote. Es por eso que quiero regalarte para que te acompañe en todo tu
proceso este pequeño librito de tapas azules que hace un montón de años unos
amigos que Dios puso en mi Camino me obsequiaron y que yo acepte muy
gustosamente porque los respetaba y los admiraba mucho y ellos me tomaron como
uno más de ellos. Estos amigos míos se llaman gedeones y fue un privilegio
haberlos conocidos porque yo también comulgaba con sus pensamientos cristianos
y con la enseñanza y el aprendizaje de las Enseñanzas de Jesús. Tómalo como un
Gran Regalo que un hermano que te quiere mucho te hace y que lamentablemente no
podrá envejecer a tu lado como lo hacen otros hermanos. A mi me ayudo y me
sirvió muchísimo a vos espero que también”. Nunca más me voy a olvidar del
abrazo profundo que me dio ese hermano querido, tampoco de su mirada, era la de
un hombre que estaba más allá de esta existencia, pero mucho más allá. Hoy,
recordando a mi hermano a través de su foto que tengo pegada en la solapa del
librito y leyéndolo por primera vez desde mi salida, me doy cuenta del tesoro
espiritual que tengo y que durante todo este tiempo no supe aprovechar
suficientemente. ¡¡¡¡Caminante!!!! ¡¡¡¡Caminante!!!. La voz de mi Monje Espiritual me sacó sorpresivamente de la lectura. Me quede a la expectativa por
si hubiera escuchado mal. ¡¡¡Caminante!!! ¡¡¡Caminante!!!.Si, era él. Guarde mi
Nuevo Testamento en uno de los bolsillos de mi hábito ninja, porque lo adopte como
vestimenta, me acomode un poco los
pliegues de la vestimenta y salí al encuentro de mi Monje Espiritual. Estaba
como a 100 metros de distancia tendría que haber gritado para que lo escuchara
y sin embargo me parecía que lo tenía al lado de mi oreja. Me encamine hacia
donde él estaba. Mientras tanto en esa distancia mi sorpresa se fue transformando
en malestar, a medida que me acercaba surgía en mí una bronca que me calentaba
las mejillas y me hacia palpitar las sienes, ya casi a veinte metros de él mi
bronca, mi enojo, mi rabia se había transformado en una conducta agresiva que
cuando estuve a unos cinco metros de él me sorprendía gritándole como un
desaforado . ¡¡¡¡Mi
querido Monje Espiritual no lo mando a la vagina de su progenitora porque
todavía le tengo mucho respeto pero me parece que Usted, Dios y la vagina de su
madre me están agarrando para la joda. Hace casi un mes que no sé que “merda”
está pasando, parezco un infeliz que no tiene ni idea de qué es lo que tiene
que hacer. Si Usted se cree que va a Entrenarme en todo esto de esta manera se
equivoca y dígaselo a quienes lo mandan porque me tienen los testículos llenos
de tanto incordio. ¿Cómo carajo es todo esto? ¿Cómo debo interpretar todo esto?
Por mí pueden meterse todas las enseñanzas y el entrenamiento por donde nunca
les da el Sol porque ya me tienen podrido de tantos baches y estupideces. Lo
espero, lo espero y lo sigo
esperando día a día y Usted aparece cuando se le da las remismisimas ganas. Déjese
de joder Monje Espiritual soy un ser humano común y corriente no espere que me
sienta feliz por tantas tardanzas en sus enseñanzas. Me miro compasivamente y su
amplia sonrisa surgió como un bálsamo que me llegó hasta el alma y me sentí
realmente estúpido, maleducado y ridículo ante mi explosión de bronca hacia ese
Maestro. ¡¡¡Caminante dame tu Bitácora!!! Me sorprendió el pedido porque me
descoloco, metí instintivamente mi mano en el bolsillo del hábito y no halle el
librito que era mi Bitácora. Desesperado busque en todos los bolsillos de mi
hábito y no estaba no lo tenía encima. Aturdido y lleno de vergüenza amague con
ir a buscarlo a mi carpa pero su voz me detuvo.¡¡¡¡¡Espera Caminante. Ven vamos
a caminar!!! Me puse a su lado y anduvimos unos cientos de metros sin hablar.
Yo no sabía que decir y él me estaba dando tiempo para que analizara toda mi
conducta. Enfilamos hacia la orilla del río que sigue paralelo al camino que
recorremos. Llegamos y nos quedamos contemplando las serenas aguas
de un río que tiene tantos misterios como todo mi Entrenamiento y mi Camino.
Los minutos pasaban y ninguno de los dos decía nada. De pronto mi Monje Espiritual me dice, “Vamos a sentarnos Caminante”. Lo seguí como si fuera un
perrito faldero, ahora con mucha más vergüenza y mucha más preocupación por mi
conducta. “”Caminante desde épocas inmemoriales se ha sabido que existen dos
grandes dimensiones, encontradas, distintas y con objetivos y conductas
distintas también. Son dimensiones que no pueden ser abarcadas por la mente
humana en la totalidad de su grandeza
y su existencia. El ser humano no posee
la mente apropiada para abarcarlas y conocerlas, pero sí tienen la
posibilidad de tener un pequeño acercamiento de lo que verdaderamente son. En
principio el ser humano les dio una denominación como para darles una
identidad, les puso un nombre , a una le puso Cielo a la otra le puso
Infierno.” A medida que mi Monje Espiritual hablaba yo me iba tranquilizando, serenando, aflojándome en una
sensación profunda de paz. Era como si sus palabras, su atención puesta en otra
cosa y no en mi conducta, me estaban perdonando, me estaban comprendiendo, me
estaba llevando a otro nivel. Siguió, “Esas dimensiones existen fuera del ser
humano y dentro del ser humano, te lo digo de ésta manera para graficarte lo
que te decía que es imposible para el ser humano abarcar con su mente la dimensión real de estos lugares. Dentro
del ser humano existen en lo más profundo de su Ser, en el Espíritu, y es
necesario llegar allí para poder despertar todo el poder que ellos tienen.
Algunos llegan y despiertan su propio Infierno y otros despiertan su propio
Cielo. Hay que recibir un Entrenamiento Especial para despertar la Dimensión
apropiada, la que uno quiere. El objetivo de este Entrenamiento en la Dimensión
Espiritual es que despiertes la Dimensión Espiritual Cielo en lo más profundo
de tu espíritu para que puedas lograr saber exactamente como dirigirte a los
Mensajeros de Dios, los ángeles, y cómo hacer que puedas dominar la Poderosa Energía que gobierna la Ley de los Milagros. Nunca
podrás lograr hacerte un Guerrero Espiritual al Servicio del Perfeccionamiento
de la Especie Humana en el Planeta Tierra cumpliendo el Diseño Divino de Dios
si no llegas a VIVIR en esa Dimensión Espiritual llena de poderosas energías
que recibiera por nombre, también para poder entenderla, el Reino de Dios.
Debes VIVIR en esa Dimensión Espiritual para HACER realidad objetiva esa
Dimensión es decir hacerla REALIDAD EXTERNA también para iniciar los primeros
pasos de ese mejoramiento que la especie humana necesita. Es cierto, hace más
de tres mil años que se enseño todo esto y vienen de millones de años atrás,
pero NUNCA SE ENSEÑO A REALIZAR
prácticamente ese Saber”. Yo estaba como idiotizado, cargaba todavía las
imágenes de mi conducta de hace unos minutos, hacia un esfuerzo sobre humano
para seguirlo porque esperaba un reproche, un reto, un castigo y estaba
recibiendo enseñanzas. Me estaba ignorando. Ignorando todo lo que hice y lo que
no hice. “Cuenta una antigua leyenda japonesa que existía un gran Sabio al que
todos los habitantes de la región acudían porque tenía todas las respuesta para
todas las preguntas. Un día un prestigioso, reconocido y temido guerrero samurai
que estaba al servicio del más grande gobernante del país decidió ir a verlo
para consultarle sobre algo que hacia muchos años lo inquietaba y nunca había
podido dar con la respuesta apropiada. Lo encontró sentado sobre un montículo
de piedras hablando con las personas, éstas, al
ver al samurai con todo su esplendor se apartaron asustadas del sabio y se
pusieron a una distancia bastante prudencial de ambos hombres. El samurai se
acerca al sabio y lo saluda, el sabio sin darle importancia se puso a realizar
dibujos en la tierra lo que al samurai empezó a molestarlo. Nuevamente el
samurai se dirige al sabio y le dice. "Querido Maestro me han dicho que tú
tienes las respuestas a todas las preguntas y yo quisiera preguntarte algo que
me tiene preocupado desde hace mucho tiempo porque no encuentro la respuesta". El sabio seguía con
lo suyo sin darle una pizca de atención.
Esto al samurai lo molesto mucho pero siguió adelante “la pregunta a la que
nunca me han dado una respuesta es ¿qué es el Cielo y qué es el Infierno? El
sabio por primera vez levanta su vista y la fija en el samurai y le dice “
Estúpido, ignorante, infeliz, más bruto y animal que el más bruto y animal de
los animales, vos que sos el samurai del más grande gobernador de la región,
vos al que todo el mundo se agacha para saludarlo porque le tienen terror y puedes matarlos, vos ser inservible
en la paz y servil cipayo en la guerra me vienes a hacer esa pregunta estúpida
y con esa cara de estúpido? Era mucho para el samurai todo lo que le estaba
diciendo y además delante de toda la aldea. El samurai loco de ira desenfunda
rápidamente la katana y se abalanza sobre el viejo sabio con el ánimo
indiscutible de matarlo. El sabio viendo el peligro hecha a correr velozmente
por toda la aldea con el guerrero samurai siguiéndolo lleno de bronca y odio
listo para matar a ese irrespetuoso. El sabio seguía corriendo alrededor de la
aldea y el samurai detrás cada vez más cerca pues era mucho más joven y el anciano
ya sentía en sus piernas el esfuerzo de la exigencia. Cuando se dio cuenta que
su cuerpo ya no aguantaba más el sabio se acomodó de espaldas a una pared de
paja y quedo esperando el golpe fatal; el samurai con el odio en la mirada
y en
los gestos de su rostro
blandió la katana listo a descargarla sobre la cabeza del sabio, cuando estaba
a punto de hacerlo el sabio con un poderoso grito le dice “Eso es el Infierno”
cuando el samurai capta las palabras
del sabio se detuvo en seco con la katana a centímetros de la blanca cabeza del
sabio y tomando conciencia de lo que
estuvo por hacer aflojo su cuerpo y bajo lentamente la katana con una imploración en su mirada hacia el sabio
y éste al verlo así le dice “Eso es el Cielo”. Fue suficiente para el samurai que
cayó de rodillas junto al sabio llorando desconsoladamente y pidiendo perdón por
su conducta pero lleno de agradecimiento hacia ese gran sabio que supo
enseñarle que el Cielo y el Infierno son dimensiones que están dentro de
nosotros y que podemos identificarlas como lo hizo ese guerrero samurai. ¿Entendiste
Caminante la enseñanza de esta leyenda? Con
mis ojos humedecidos y mirando fijamente las aguas del río le conteste. Si mi
Monje Espiritual entendí……….. No pude seguir hablando más.-
Bitácora de
Campaña 05.10.2012 – 1725hs.-